El karma no es una venganza de la naturaleza, es la consecuencia de nuestras acciones:
Somos nuestras elecciones, correctas o incorrectas.

Solo tú puedes cambiar tu karma,
-con tus elecciones decides tu destino-; si estás equilibrado, si te quedas en el centro, no hay dualismo entre el bien y el mal, solo existe la dualidad que busca siempre de reconciliar los opuestos, actuando con conciencia sin ser atrapado por el mal o condicionado por el bien y viceversa.

Alejandro el Grande, Quemó sus naves al llegar a Persia, con esto le dejó claro a su ejército que no había vuelta atrás. O ganaban la batalla o morían intentándolo. Este acto no fue solo una estrategia militar, fue una declaración poderosa sobre la mentalidad que necesitas para ganar en la vida: la necesidad.

Cuando un hombre elimina sus planes de escape, cuando sabe que no tiene opción más que la victoria, se vuelve imparable. La verdadera fuerza no se encuentra en la comodidad, sino en la necesidad de luchar por lo que quieres, como si tu vida dependiera de ello.

Así es como los hombres se vuelven más peligrosos, más enfocados y más decididos a conseguir la victoria. Porque cuando no queda otra opción, el único camino es hacia adelante.

“No hay Plan B”

Faber Cuervo

En una ciudad muy pulcra se desató una guerra singular. No fue con piedras ni tanquetas, fue entre pinceles y rodillos, el arte contra la infecundidad.

La ciudad -muy visitada por extranjeros y nacionales- permanecía ataviada con los ajuares más blancos, bandejas de brillante plata, impecables servicios de seguridad.

La orden del alcalde fue muy clara desde su posesión: “¡Nada de suciedad! Es menester que todo esté limpio, desinfectado como el Metro, desprovisto de sugerencias, ningún símbolo ni metáfora, tampoco banderas extrañas, ni alegorías ni opinión”.

Los rodillos iniciaron la guerra. Lanzaron sus primeras andanadas de acrílico gris tapando frases y grafitis de infausta recordación. Siguieron con pintas en muros y bancas, con los signos parceros en parques y barrios, luego con los murales de un estallido social.

(Crónica creada y escrita por José Luiz Ricchetti)

"Hay un silencio que llega con los años, y no es sólo la ausencia de ruido, sino la suave transición entre lo que éramos y lo que nos hemos convertido. A los 60 años, empiezas a sentir la sutileza del desapego. La pieza que antes palpitaba con tus ideas, ahora parece lleno de voces que ya no piden tu opinión. No es un rechazo, es el ritmo de la vida en el camino.
A los 65 años, te das cuenta de que el mundo empresarial, que alguna vez fue tan vital, está en constante cambio. Él sigue, indiferente a lo que hiciste o no hiciste. No es una derrota, es una liberación.

 

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