El karma no es una venganza de la naturaleza, es la consecuencia de nuestras acciones:
Somos nuestras elecciones, correctas o incorrectas.

Solo tú puedes cambiar tu karma,
-con tus elecciones decides tu destino-; si estás equilibrado, si te quedas en el centro, no hay dualismo entre el bien y el mal, solo existe la dualidad que busca siempre de reconciliar los opuestos, actuando con conciencia sin ser atrapado por el mal o condicionado por el bien y viceversa.

Sólo entonces podrás escapar de tu karma, si eres consciente puedes neutralizar el karma y no sufrirlo, sin culpar a quién sabe a quién ni a quién sabe qué fantasmagóricas vidas pasadas;

Aquellos que ignoren lo arriba mencionado , no harán otra cosa que creer qué deben sufrir el karma y a lo sumo creer qué el ser bueno, -aceptar el mal con resignación como castigo-, es entrar de lleno a un callejón sin salida y una cadena que no se rompe, (cómo el perro qué se muerde la cola y siempre culpa a otro perro imaginario).

Fraternitas

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