Salud

Reinaldo Spitaletta

Colombia, como el viejo Clemente Silva, el otro narrador de La vorágine, ha tenido el “monopolio de la desventura” con su abundancia de recursos naturales. El saqueo ha sido parte de una historia de asaltos, en especial de potencias extranjeras, sobre el suelo y el subsuelo, el aire, el mar, las otras aguas, la selva…Y al ser uno de los países del mundo con mayor riqueza biológica (agua, flora, fauna) también, como si ser dueño de un tesoro de biodiversidad fuera una desgracia, es uno de los más explotados de modo irracional.

En este centenario de la publicación de La vorágine volvimos a esculcar en la historia aquellas faenas de agresiones permanentes contra indígenas, llamados entonces los “irracionales”, esclavizados, pulverizados por la voracidad de la Casa Arana, fachada de una transnacional inglesa, colonialista y expoliadora, y más agresiva que las tambochas que “ponían en fuga pueblos enteros de hombres y de bestias”. Las selvas colombianas (también las peruanas y brasileñas) al ser ricas en caucho, fueron el escenario de un genocidio y otras barbaridades.

ALBERTO PARRA SOTO

El desarrollo económico de la América Latina hoy está en entredicho; a estos países del tercer mundo se les vendió desde por lo menos los años de 1950 la idea de que éramos capaces de alcanzar en pocos años en términos económicos y sociales los niveles de los países desarrollados; pero lo cierto es que la concepción teórico económica del desarrollo ha entrado en una etapa en el que todos los pronósticos de la situación de la América Latina y en el caso específico de Colombia dejan mucho que desear y hacen agua para explicar por qué estos países no logran alcanzar los objetivos de crecimiento que el mundo capitalista sostenía como argumentos sólidos para que los países de menor desarrollo o de lo que denominaron en alguna época de desarrollo tardío, alcanzaran en su nivel de vida y de crecimiento económico a los países más desarrollados como Estados Unidos, la Comunidad Europea y hasta los denominados “tigres asiáticos”.

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